NOMBRAMIENTOS PARA LA DIÓCESIS DE LOS DOLORES

    


MONSEÑOR URIEL GARCÍA
POR GRACIA DE DIOS Y DE LA SANTA SEDE APOSTÓLICA
OBISPO DIOCESANO DE LA DIÓCESIS DE  DOLORES


I: Rev. Pbro. José Carlos Vanegas García

Estimado Rev. Pbro. José Carlos Vanegas García,

"Te he puesto como luz para las naciones, para que lleves la salvación hasta los confines de la tierra." — Hechos 13, 47.

Conscientes de tu vocación y compromiso con la Iglesia, te hemos confiado una nueva misión dentro de nuestra diócesis. Por la presente, te nombro Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de los Dolores. Confiamos en tu capacidad para guiar a los fieles, alimentando su vida espiritual y acompañándolos en su camino de fe.

Confiando plenamente en tu entrega y dedicación, te encomendamos esta importante labor con la certeza de que la desempeñarás con celo pastoral y espíritu de servicio.

Que el Señor te fortalezca y acompañe en este nuevo encargo al frente de la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de los Dolores.



II: Rev. Pbro. Adrián Aldana Cruz

Estimado Rev. Pbro. Adrián Aldana Cruz,

"Servid al Señor con alegría; venid ante su presencia con cánticos de júbilo." — Salmo 100, 2.

El ministerio sacerdotal es un llamado a servir con entrega y amor. En virtud de tu compromiso con la Iglesia y con la comunidad, por la presente te nombro Canónigo de la Co-Catedral de Nuestra Señora de Fátima. Estamos seguros de que ejercerás este encargo con responsabilidad, guiando a los fieles con sabiduría y testimonio de vida cristiana.

Confiando en tu vocación y en tu compromiso pastoral, te encomendamos esta labor con la certeza de que la desempeñarás con dedicación y fidelidad al Evangelio.

Que la gracia de Dios te ilumine y fortalezca en esta nueva etapa de tu servicio como Canónigo de la Co-Ccatedral de Nuestra Señora de Fátima.

Que Nuestra Señora de los Dolores, Madre y Protectora de nuestra diócesis, interceda por ustedes y los guíe en su misión, sosteniéndolos en cada desafío con su amor maternal. Encomendamos sus ministerios a su amparo y pedimos que sus corazones sean reflejo de su entrega y fidelidad a Cristo.


Dado en Dolores, a los veinticuatro (24) días del mes de abril del año dos mil veinticinco (2025)




 Mons. Uriel García
 Obispo Diocesano

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