“Todo debe hacerse con decoro y conforme al orden establecido” (1 Cor 14,40). El servicio litúrgico, expresión viva de la fe de la Iglesia, nos recuerda que en el corazón de la liturgia late la obra redentora de Cristo, quien santifica a su pueblo y lo conduce hacia el encuentro con el Padre en el Espíritu. Por ello, la digna celebración de los sagrados misterios es esencial para edificar la comunión eclesial y alimentar la vida espiritual de los fieles.
Considerando tus cualidades, tu formación litúrgica, y tu disponibilidad para servir a nuestra Iglesia particular, y buscando siempre el bien pastoral de esta Diócesis de los Dolores te nombramos CEREMONIERO DIOCESANO, con la misión de asistir en la preparación, organización y desarrollo de las celebraciones litúrgicas diocesanas, de modo que reflejen la unidad, la belleza y la sacralidad propias de la acción divina.
Este ministerio que ahora asumes no es un simple encargo funcional, sino una participación directa en la edificación de la Iglesia como casa de oración y signo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Te exhortamos a vivirlo con celo pastoral, humildad y espíritu de servicio, recordando siempre las palabras del Señor: “El que quiera ser grande entre vosotros, sea vuestro servidor” (Mc 10,43).
Colocamos esta nueva etapa de tu ministerio bajo la protección de San Juan Bautista, precursor del Señor, para que te inspire a preparar los caminos del Señor con fidelidad. Y confiamos también tu labor a la intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, quien te guiará con ternura maternal en esta misión al servicio de la comunidad diocesana.
Dado en Dolores, a los nueve (09) días del mes de enero del año dos mil veinticinco (2025)